La vida es una travesía relacionada con la salud y en Sanofi esperamos marcar una diferencia en la vida de las personas afectadas por trastornos inmunitarios mediante el desarrollo de tratamientos innovadores. Los trastornos inmunitarios son enfermedades o afecciones provocadas por una disfunción del sistema inmunológico e incluyen alergias, asma, y enfermedades autoinmunes.

Dermatitis atópica moderada a grave

La dermatitis atópica (DA), una forma de eczema, es una enfermedad inflamatoria crónica que con frecuencia se presentan como un exantema cutáneo. La inflamación tipo 2 es un mecanismo clave de la fisiopatología y también está presente en otras enfermedades que habitualmente se asocian a la dermatitis atópica como el asma, la rinitis alérgica y la poliposis nasal. La dermatitis atópica moderada a severa está caracterizada por exantemas que con frecuencia cubren la mayor parte del cuerpo y que se asocian a picazón intensa y persistente. Además, suelen tener sequedad de la piel, costras y exudados de las lesiones.  La picazón es uno de los síntomas más molestos para el paciente y puede ser debilitante. Además, los pacientes con dermatitis atópica moderada a severa soportan una significativa carga de la enfermedad debido a las lesiones cutáneas, el prurito intenso y un profundo impacto en la calidad de vida. Además, suelen verse afectado el descanso nocturno, la productividad laboral, el rendimiento escolar y los pacientes pueden experimentar síntomas de ansiedad y depresión.

Asma

El Asma representa un problema de Salud Mundial y en Argentina causa más de 400 muertes por año y alrededor de 15 mil internaciones en todo el país.

Se trata de una enfermedad inflamatoria crónica del aparato respiratorio que se caracteriza por la obstrucción de la vía aérea y síntomas como tos, sensación de falta de aire, sibilancias, opresión en el pecho y que se manifiesta en forma aguda como crisis o exacerbaciones de intensidad variable que pueden derivar en internaciones o requerir medicación sistémica.

Un control deficiente del asma se traduce en una mala calidad de vida, limitaciones en las actividades cotidianas, ausentismo laboral y riesgo de vida aumentado.

Habitualmente las crisis asmáticas se logran controlar adecuadamente con medicación antiinflamatoria y broncodilatadora pero existe un subgrupo de pacientes con asma severo caracterizados por presentar exacerbaciones frecuentes graves que requieren consultas al servicio de emergencia y/o internación y/o corticoides sistémicos,  dependencia a los corticoesteroides sistémicos, deterioro de la función pulmonar, deterioro de la calidad de vida, en los que no se logra un buen control con la medicación habitual.

Por ello es importante identificar el mecanismo inflamatorio subyacente y evaluar la mejor estrategia terapéutica específica y adecuada para cada paciente.

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